Cuando veo a Jesús en la Biblia doy cuenta que es un Dios lleno de amor y de misericordia. A este le encuentro 3 veces que se enojó (1 con los cambistas en el templo Lucas 19:45-48; 2 con los discípulos al no poder realizar la liberación Lucas 9:41; 3 con los fariseos y escribas Mateo 23:27) De estas 3 que recuerdo, en ninguna de hecho dice que se enojó pero uno lo deduce por el tono de sus palabras.
Muchas veces comenzamos a ver al Jesús que nosotros queremos ver y no al que nos presenta la Biblia… si nosotros vemos lo que nos dice la palabra de Dios de él (entre muchas otras cosas) leemos que Él es manso y humilde de corazón Mateo 11:29. Si esto es verdad ¿por qué nosotros tomamos la actitud de Juan el bautista si él mismo fue quien dijo que debía menguar y que Jesús debía ser enaltecido? Juan 3:30.
Nos enseña también su palabra que el Padre tanto amó al mundo que dio a su hijo por amor a nosotros Juan 3:16. Y en el siguiente versículo que el no vino a condenar al mundo sino a salvarlo. Juan 3:17.
Y es esto último lo que nos debemos enfocar en hacer… muchas veces se pierde el tiempo analizando si el oro de las calles de los cielos es oro amarillo o más bien anaranjado. Si Jesús tiene barba o se afeita.
No perdamos el objetivo de este evangelio: predicar a Cristo y a este crucificado 1 Corintios 2:2. Haciendo discípulos por todas las naciones Mateos 28:18 y a estos enseñándoles a ser como Jesús y que guarden las cosas que él nos ha enseñado. Que no se nos pierda la cruz!
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